El 18 de marzo de 1471 Juan Fernández de Cogorza y su
hermana Toribia González, esta con autorización de su marido Juan Sánchez, y
Marina Gómez hija de Alfonso Sánchez, con licencia de su marido Jorge Sánchez,
vecinos todos ellos de San Martín del Castañar vendieron a Francisco Montiel,
vecino de Ciudad Rodrigo, todas las posesiones que tenían en Puebla por 40.000
maravedíes.
Unos meses después, mediante escritura pública del notario D. Diego Álvarez,
D. Francisco Montiel dio en calidad de censo enfitéutico1 al Concejo
y hombres buenos de la Puebla
del Campo de Yeltes, reunidos bajo el portal de la antigua iglesia, todas las
heredades, casas, corrales, molinos, linares, prados que de dicho pueblo y su término
ahora le pertenecían.
Por dicho censo enfitéutico los vecinos pagarían 1.900 maravedíes, una
docena de gallinas buenas y un carnero añejo bueno con la condición de que si
dejaran de pagar dicho censo tres años seguidos a Francisco Montiel o sus
sucesores estos podían entrar en posesión de dichas heredades.
En este mismo año 1471, Pascual García, Juan García, Pedro García y
Marina García, vecinos de Serradilla del Arroyo, vendieron sus posesiones en
Puebla de Yeltes también a Francisco Montiel por 16.000 maravedíes.
En una segunda escritura D. Francisco Montiel dio también en censo enfitéutico
perpetuo al pueblo estas nuevas posesiones. Los vecinos de Puebla, deberían
pagar anualmente por dicho censo 1.000 maravedíes, una docena de gallinas y un
cabrito, bajo las condiciones del primer censo. Esta segunda escritura se
otorgó en Ciudad Rodrigo ante el notario D. Diego García de San Pedro que era
Escribano Real a fecha de 28 de noviembre de 1471.
El 4 de mayo de 1473 Francisco Montiel vendió al convento de Santa María
de Francia (Dominicos de la Peña
de Francia) todo lo que había dejado a los vecinos de Puebla en censo enfitéutico
y cuya renta ascendía a 2.900 maravedíes, 24 gallinas, un carnero y un cabrito.
El Concejo y vecinos de Puebla de Yeltes pasaron a pagar la renta a los Dominicos de la Peña de Francia. Francisco
Montiel justificó esta venta a los frailes con estas palabras: “por las muchas
y buenas obras que de vosotros (los frailes) he recibido”. Así pues los dominicos pasaron a ser los nuevos propietarios de Puebla de Yeltes.
La razón de cederlo a los frailes se debe a que durante la Edad Media,
e incluso en nuestros días, era muy corriente donar terrenos, posesiones o
dinero a comunidades religiosas con la finalidad de asegurar la salvación de las
almas.
Monasterio de la Peña de Francia |
1. Cesión perpetua o por largo
tiempo del dominio útil de un inmueble, mediante el pago anual de un canon y de
laudemio (derecho que se paga al señor del dominio directo cuando se enajenan
las tierras y posesiones dadas en enfiteusis) por cada enajenación de dicho
dominio.
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